Cinco Poemas

11.1.10

RODOLFO ALONSO y sus 5 poemas al bajo sol


 

 

 

 

 

 

 

 

1

GENTE DEL RIO

Libres al bajo sol, los isleños maniobran dulcemente sobre el lomo del agua.
Sus embarcaciones se nos adelantan con intolerable rapidez.
Sus brazos crecen. Sus cuerpos cultivados por el tiempo conocen la alegría de estar en el mundo, la única seguridad.

Nosotros podemos saludarlos de lejos con un gesto.

2 

L`ARTE POVERA                                                                                         

Apenas
la palabra.
            
A penas
la palabra apenas.
 

3

CIELORRASO

Desdicha, vuelta a decir:
artesanía furiosa. Tuya es
la calma impura, la ignorancia
sabihonda. El doble filo
de la desventurada pesadumbre.




4

UNA TORMENTA

Una tormenta limpia el cielo
de la noche

Una tormenta
limpia mi corazón
                                                                     

5

CANTAR NO CONSUELA

Joven:
¡Maravíllate! ¡Lávate en tu idioma!
¡Protestacantaescupegimecrece!
¡Ama de amor, ama de un solo golpe, de todo corazón, de buena gana!
¡Vive, huye de las palabras!
¡Sírvete, sírvelas!


*

Notas, selección y comentarios

Por Leo Lobos.

Nota de edición Poema 1: Es un honor iniciar “5 poemas” este año 2010 con el poeta argentino Rodolfo Alonso (Buenos Aires, 1934). Rodolfo Alonso fue el miembro más joven del grupo cercano de la legendaria revista argentina de vanguardia Poesía Buenos Aires. A partir del libro Salud o nada (1954), publicó más de veinte libros propios, la mayoría de poemas pero también de ensayo y narrativa. Ha estado en Chile el año 2008, cuando he tenido el gusto de conocerle personalmente, formando parte de la delegación de poetas que han sido invitados al V Encuentro Internacional de Poetas CHILEPOESIA, uno de los más importantes festivales de poesía de Hispanoamérica. En palabras de Jorge Santiago Perednik, en un ensayo titulado “Elogio de Rodolfo Alonso” nos dice que “Los versos incluyen fragmentos del mundo exterior e interior del protagonista que se mezclan y complementan; el poeta traslada al poema lo que percibe, pero también aquello que lo conmueve en la percepción, e incluso el modo en que lo conmueve”. En 1968 fue seleccionado para participar en la Antología consultada de la joven poesía argentina (junto a María Elena Walsh, Juan Gelman y Alejandra Pizarnik entre otras 4 voces) y en la actualidad sus libros se publican en Bélgica, Portugal, España, México, Colombia, Francia, Brasil, Venezuela e Italia y próximamente en Chile.

Nota de edición Poema 2: Rodolfo Alonso fue el primer traductor al castellano de los 4 heterónimos del poeta portugués Fernando Pessoa. Tradujo también a otros muchos autores de diversos idiomas (Ungaretti, Cesare Pavese, Marguerite Duras, Prévert, Montale, Carlos Drummond de Andrade, Apollinaire, Murilo Mendes, Eluard, Dino Campana, Manuel Bandeira, Pasolini, Baudelaire, António Ramos Rosa, Rosalía de Castro y otros). A Rodolfo Alonso es difícil catalogarlo, según el ángulo en que se le mire, puede ser poeta, ensayista, editor o traductor e influye en cada arista de la cultura latinoamericana contemporánea. Rodolfo Alonso comenta al respecto:”El descubrimiento de que podía intentar traducir poesía de varias lenguas (sobre todo francés, italiano y portugués) fue, en mí, casi tan temprano como el descubrimiento de que eso que me descubrí escribiendo se llamaba poesía. En realidad yo no elegí a Pessoa, más bien es él quien me eligió a mí. Fue Aldo Pellegrini, el pionero del surrealismo en nuestro continente, quien siendo yo muy joven me ofreció traducirlo para su legendaria colección Los Poetas, publicada por Fabril Editora. Era tan desconocido entonces, incluso en Portugal, donde sus herederos retacearon muchísimo la cesión de los derechos, que no se conseguía libro alguno suyo. Mi traducción, que por primera vez en castellano incluye a todos sus heterónimos, y que acaba de ser reeditada, apareció en Buenos Aires en 1961 (un año antes de que Octavio Paz lo hiciera en México), con lo cual resulta la primera vez que se traduce Pessoa en América Latina. Y con un éxito de público tan inusitado como original, y que acaso se continúa: no hubo ninguna clase de promoción o publicidad, pero el encanto de Pessoa fue desde entonces incesante, como un descubrimiento individual, nunca masivo, de persona a persona, y en todo el ámbito de nuestra lengua”.



Nota de edición Poema 3: Rodolfo Alonso ha sido traducido en Francia, Bélgica, Portugal, Brasil, Estados Unidos y Galicia. Ya en 1961 Editions Le Cormier publicó en Bruselas una selección de sus Poèmes, con traducción y prólogo de Fernand Verhesen. Otras antologías de su obra poética fueron publicadas en España, México y Colombia. En 1978 fue incluido en La paix invincible espoir, antología de Madeleine De Vits para las Ècoles Associées de l'U.N.E.S.C.O. (Jacques Antoine, Editeur, Bruselas). Colaboró en numerosas publicaciones, tales como L'esprit des lettres, Les Cahiers du Sud, Le Journal des Poètes o Le Courrier du Centre International d'Etudes Poétiques, organismo del cual es corresponsal en su país desde hace largo tiempo. En palabras del propio Rodolfo Alonso:”Casi desde niño me descubrí como grafómano, como adicto incurable a leer y escribir. Y también desde muy joven me sentí poseído por una doble obsesión: ser tan fiel a la más exigente poesía como a compartirla con mis semejantes. De esa doble ambición surgieron, casi sin proponérmelo, tanto poemas y traducciones, como reflexiones y ensayos. Y también, de una manera creciente, una inclinación por la comunicación, por la difusión pero, en mi caso, siempre de alguna manera en relación con la cultura o el arte”.



Nota de edición Poema 4: Este es el plan de la poética: primero, nada de la realidad es ajeno al poeta, nada hay que el poema no pueda albergar; segundo, objetivismo más subjetivismo. En este caso lo objetivo y lo subjetivo juegan bajo la intermediación de dos recursos eficientes, el paralelismo, que contrapone y asimila el cielo y el corazón, y la comparación, que pone uno con otro, enfrenta pero también confunde, lo atormentado con lo límpido (el cielo y el corazón). Por supuesto queda en el lector la posibilidad de asociar las tormentas que ocurren en el cielo con las que ocurren en la tierra. La realidad política tampoco escapa a la magia del poeta. “Los poemas de Rodolfo Alonso testimonian una búsqueda de la desnudez, aunque en algún momento puedan confundirla con el hablar poco. Cuanto menos se charle en poesía, mejor. Pero no basta usar pocas palabras para que haya poesía: puede haber simplemente menos ruido” como dice Roberto Juarroz. Sus últimos libros publicados son Antología poética (Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires, 1996) y los ensayos de Defensa de la poesía (Editorial Vinciguerra, Buenos Aires, 1997). Este mismo sello publica en 1998, su traducción de Les diables amoureux, de Guillaume Apollinaire. Escribió guiones y textos para filmes de cortometraje, la mayoría de los cuales fueron premiados en festivales nacionales y extranjeros. Dirigió su propia editorial de libros, que llegó a publicar más de doscientos cincuenta títulos diferentes. Entre 1986 y 1989 fue Director del Fondo Nacional de las Artes.



Nota de edición Poema 5: En 1997 recibió, con Juan Gelman, el Premio Nacional de Poesía. Sobre el poeta Juan Gelman, Rodolfo Alonso expresa: “Nunca ha dejado de parecerme ejemplar la devoción con que Juan Gelman ha sabido mantener siempre, en todas las circunstancias, la dignidad de su poesía. La entrega a ella, a “la lengua calcinada”, como dice. Después de muchos años, nos encontramos nuevamente, casi por un rato, en 1994, en el Festival de Medellín. Luego estuve otra vez con él en Morelia. Y el año pasado me entibió el corazón con su generosa fraternidad en el D. F. En la intimidad, la calidez humana de Juan Gelman es imborrable. Además, les voy a adelantar una primicia: sigue escribiendo, y cada vez mejor”.  

Por favor dejen sus comentarios y  consultas  sobre  Rodolfo Alonso, este maestro de la poesía  latinoamericana.


Santiago de Chile, 10 de enero de 2010. 

10.4.09

ANTONIO RIGO y sus 5 Poemas del bosque y de la lluvia








1
Camino hacia la muerte.
Acuérdate. Asesinamos tantas flores.
Hicimos palidecer todas las esperanzas.
La eternidad del amor
fue un grito transparente.
Ahora camino hacia la muerte.
La tristeza es una compañía segura
feliz y silenciosa.

2
Ah los árboles de tus ojos negros.
En el mar
en las cimas
en las casas del silencio
entro en busca de su espesura.

3
Subo. Llego.
Vuelvo a las estaciones.
Ahora mi naturaleza
es un prado quebrado
absurdo y sereno
donde tu nombre
se hace árbol.

4
Cada tarde
alrededor de las 6
viene un gorrión
a la puerta de mi casa.
Le doy unas migas de pan.
Él da cuatro o cinco saltitos
gorjea un poco y
se marcha.
Cuando vuelvo al poema
me noto ligero, pardo y
emplumado.
Duermo con un ojo abierto.
Hay días que no sucede nada más.

5
Esta tarde
escribiendo poesía
me he bebido
2 litros de agua.
Salgo y viene un perro.
Me olisquea, menea el rabo y
se orina en mis zapatos.
Soy un árbol.
Finalmente.




Notas, selección y comentarios
Por Leo Lobos

Nota de edición poema 1: “Cuando el escritor estadounidense Ray Bradbury escribió en 1953 Fahrenheit 451 (novela adaptada al cine años después por Francois Truffaut) no sospechaba lo cerca que nos encontraríamos de su antiutopía cincuenta años después: Un mundo donde el pensamiento es el principal enemigo de una felicidad impuesta a todos los ciudadanos, de una felicidad que proviene del consumismo y el ocio, que lleva a la incomunicación y el aislamiento entre miembros de una misma familia, una felicidad que nos convierte a todos en extraños. Es una sociedad que promueve y premia el entretenimiento fácil antes que el desarrollo de la imaginación, el consumismo voraz antes que la observación. Así, el hombre del siglo XXI quiere comprar su felicidad, sus hijos viven enganchados a videojuegos, a ridículos concursos, programas y seriales de televisión, todo es publicidad, todo consumo, y para conseguir esa felicidad amigos, hay que correr y cómo… “ Así comienza la presentación de J. Jorge Espina del libro Poemas del bosque y de la lluvia de Antonio Rigo y estas palabras están fechadas en Palma de Mallorca, España en agosto de 2008.

Nota de edición poema 2: Y J. Jorge Espina nos dice más: ”De este mundo de locura surge no un bombero como en Fahrenheit sino un hombre cubierto de grasa. En su primera mutación Antonio Rigo se convierte en un poeta lírico-mécanico y con el libro Poemas del polígono industrial causa una conmoción en el mundo literario. Refiriéndose a este libro, el poeta beat Gary Snyder comenta que sus poemas están llenos de fuerza y van más allá de las categorías fáciles, añadiendo que, tanto si intentamos una reconciliación con el mundo físico desde el lado de la naturaleza, como desde el lado de nuestra vida diaria en el mundo real, en ambos casos es un paso hacia la cordura y la reconciliación. Buscando esa cordura Antonio Rigo abandona el polígono industrial”.

Nota de edición poema 3: Siguiendo los consejos de su amiga la escritora y traductora Lucía Graves, hija del excepcional poeta y novelista inglés Robert Graves, Antonio Rigo se lanza al acantilado. Decide dar un cambio poético a su vida, decir Adiós a todo eso y vivir en diálogo constante con la Musa: llamémosla mujer, luna, bosque o sencillamente pureza. Dos años después de escribir los poemas del polígono y como sumido en un trance escribe este libro: Poemas del bosque y de la lluvia que permanecerá oculto durante 11 años mientras escribe y publica, entre otros: Poemas del aeropuerto, al que seguirá Días de radio y niebla y, más tarde, Pan con aceite y otros poemas. Obras en las que aparecen poemas cortos de versos ágiles y precisos que recuerdan la tradición poética oriental presente en toda la obra de Antonio Rigo. Los poemas más largos están llenos de esos relámpagos de revelación a los que Joyce llamó epifanías, llenos también de paralelismos entre la vida humana, la animal y la vegetal.

Nota de edición poema 4: J. Jorge Espina en la presentación de estos poemas de Antonio Rigo concluye que en este libro habla de la lenta transformación de un hombre en árbol y crece la poesía con la misma naturalidad vegetal con la que crecen las flores; para ello es necesario pensar como un árbol, sentir como un árbol, amar como un árbol o como un animal mojado en la noche. Antonio Rigo es una selva que crece y va ganado metros a la ciudad.
Nota de edición poema 5: “La montaña sigue igual./ Otros brazos rodean tu cuerpo./Y la montaña sigue igual./Otra lengua lame tu pecho./Y la montaña sigue igual./ Otro hombre muere en tu interior./ Y la montaña sigue igual.” Antonio Rigo nació en Palma de Mayorca, España en abril de 1957. "No sé cómo dibujar la soledad en este cielo que me has dejado", me gustan el estilo, verso corto, y los contenidos. Pero me he quedado con ganas de leer más, de conocer algo más de Antonio Rigo., espero que ustedes también.


Santiago de Chile . Abril de 2009

5.3.08

MANUEL VILAS y sus 5 poemas de Resurección








1

MUJERES

No las ves que están agotadas, que no se tienen en pie, que son ellas las que sostienen cualquier ciudad, todas las ciudades. Con el matrimonio, con la maternidad, con la viudedad, con los golpes, ellas cargan con este mundo, con este sábado por la noche donde ríen un poco frente a un vaso de vino blanco y unas olivas. Cargan con maridos infumables, con novios intratables, con padres en coma, con hijos suspendidos. Fuman más que los hombres. Tienen cánceres de pulmón, enferman, y tienen que estar guapas. Se ponen cremas, son una tiranía las cremas. Perfumes y medias y bragas finas y peinados y maquillajes y zapatos que torturan. Pero envejecen. No dejan las mujeres tras de sí nada, hijos, como mucho, hijos que no se acuerdan de sus madres. Nadie se acuerda de las mujeres. La verdad es que no sabemos nada de ellas. Las veo a veces en las calles, en las tiendas, sonriendo. Esperan a sus hijos a la salida del colegio. Trabajan en todas partes. Amas de casa encerradas en cocinas que dan a patios de luces. Sonríen las mujeres, como si la vida fuese buena. En muchos países las lapidan. En otros las violan. En el nuestro las maltratan hasta morir. Trabajan fuera de casa, y trabajan en casa, y trabajan en las pescaderías o en las fábricas o en las panaderías o en los bares o en los bingos. No sabemos en qué piensan cuando mueren a manos de los hombres.

2

1977

Los pies desnudos de Patti Smith sobre el escenario, mientras su pelo esconde su anémica cara caballuna. Los labios macizos de Jimi Hendrix: un póster suyo en algún pueblo en ruinas de Aragón. La bañera donde hizo glub glub Jim Morrison en París. Las sandalias del 43 que calzaba Janis Joplin. Los cuelgues que se cogían los modernos de los pueblos de España escuchando a Pink Floyd, cuando el futuro no había venido. La peluquera deshidratada de David Bowie. La paz, la droga y la palabra de Jefferson Airplaine. La vida que nos prometió Bob Dylan mientras metía mano en los Levi´s de Joan Baez. Toda la voz de Lou Reed, glorioso Frankenstein del siglo XX. La Vespa de Roger Daltrey, con sus enormes espejos retrovisores. Sid Vicius, el más grande, el hizo una canción y se murió. Nico cantando con la Velvet Underground en el Max´s Kansas City y Warhol bebiendo una cocacola caliente. El beato John Lennon. Los Sex Pistols, eternos aspirantes al Premio Nobel de Literatura. Ian Dury, cojeando y sudando por el mundo, cantando siempre una canción de tres sílabas. Todd Rundgren, Kevin Ayers, qué habrá sido de ellos. El bigote de Frank Zappa, el miniculo de Mick Jagger, el chaleco de Jimmy Page y las lágrimas negras de Alice Cooper. Pero siempre los pelos de Patti Smith, la niña hermosa de pies largos y sucios. Semejante desfile de sombras me tuvo entretenido más de veinte años. Macarras, advenedizos, forrados y colgados. Inspirados, geniales y muertos. Estos tipos parece que no van a marcharse nunca.

3

ME LARGO ESTA NOCHE

Esta noche me largo. Un vuelo en primera al fin del mundo: África, Asia, América, todos los desiertos con palmeras, grandes cenas en grandes trasatlánticos. Una noche en Oslo, otra en Santiago de Chile. Una tarde en Pekín, otra en Kiev, exprimiendo este mundo hasta la última gota de vida. Esta noche me largo. Hoteles, taxis, bares, casas, ciudades de la tierra, voy a vosotras. Una mañana en Tokio, una noche en Ciudad del Cabo, el calor, el fuego, el descontento, la sed, una vuelta por el mundo; esta noche, me largo esta noche. Templos, museos, lavabos, banderas, escaleras, barrios perdidos, farolas muertas en ciudades horrorosas. Las playas, los calamares a la romana, los pobres, los ricos, la nada, el barro, el sol, la luna. Este mundo. No es inhóspito. Las faldas azules de las camareras de los hoteles. Las nubes desde la estrecha ventana del avión, Dios encima de una nube, descansando, abajo los inertes océanos con el vientre lleno de ballenas, de pulpos, de rodaballos, de sardinas tristes a la deriva, de viciosos peces transparentes. Esta noche viajaré en un avión gigantesco, a la velocidad de la sangre, quiero ver este mundo que se muere, las naciones bajo mis pies sucios, las cárceles, los gobiernos, las lenguas, las patrias, y yo arriba, al lado de Dios, al lado del sol y de las almas gastadas. Me gusta el hedor moral de este maravilloso mundo. Esta noche me largo. Mucho amor en el aire humedecido. Mucha felicidad en las manos radiantes. Mucha santidad en los ojos. Esta noche me largo.

4

LITERATURA

Los pies praguenses donde vivió Frank Kafka, y sus corbatas negras y sus sombreros y sus zapatos. El pelo enjuto de James Joyce, cuya mano quemó Dublín. Los amantes de Luis Cernuda, riéndose a sus espaldas. La esposa de Shakespeare, vieja y adúltera. Los ojos verdes y estrábicos de la enfermera jefe de la clínica en que murió Nietzsche. La mano de mujer que cogió los botines de piqué de Ramón Valle-Inclán y los arrojó por la ventana. La sífilis saltarina que Gustavo Adolfo Bécquer paseó por Madrid. La sífilis idéntica pero paseada por París de Charles Baudelaire. El padrenuestro que reza el fantasma de Rimbaud en una morgue de Marsella y Dios que se hace el sordo. El padrenuestro que reza Jorge Manrique antes de soltar la mano de su padre muerto. La risa de Quevedo mientras evacúa en una esquina de Madrid, en tanto rebota el mundo en su vesícula como una piedra verde. La madre con gota de Flaubert. La autopsia de Larra, su joven cerebelo. La carne de la máscara de Fernando Pessoa. La foto del padre de Dostoievsky en la billetera de Lenin. La cabeza muy grande de Rubén Darío, tan grande como su miedo. Las sopas de ajo que marea todas las noches el Manco de Lepanto con la mano buena mientras se mira con discreción la mano ausente. Los cien kilos secos que Oscar Wilde exhibe por los cafetines de París con orgullo marchito. La mano que aúlla de Pablo Neruda. El cadáver de Cela servido con guarnición de ministros. El gran desfile de la soledad de todos los tiempos, la soledad y sus palabras, la literatura.

5

NUEVA YORK

9

La vida es un fenómeno reciente en el universo,

la vida es la vanguardia, lo único interesante que ha pasado

en ese cielo de rocas heladas (trescientos grados bajo cero)

o rocas ardiendo (trescientos millones de grados) en los últimos

mil millones de años, esclavizadas rocas, condenadas a girar

en ese absurdo monumento, girando para nadie, porque nadie las vio.

Llevo a Walt Whitman en el corazón, en el gigantesco corazón,

dije.

Me está matando de sed.

Dormí con la ventana abierta, y como digo,

todo este poema lo dije en voz alta,

dije: el paraíso y la resurrección, demonio y fortaleza de la

resurrección.

Y no supe decir nada más pero estaba enamorado,

mucho amor, mucho poder en la cabeza, poder, poder, poder.

Las rocas universales girando allá en los cielos, vacías y criminales.

Mucho amor, amor amor, amor. Eh, estoy enamorado, eso es todo.

He sido muy feliz y os lego la vida.

Mañana resucitaré y me daré una vuelta por ahí.

Eh mira, mira ¿qué es esto? La vida. Es la vida.



*
Notas, selección y comentarios


por Leo Lobos - Francisco Véjar


Nota de edición Poema 1: Actualidad, mundo contemporáneo, violencia contra la mujer, contra las mujeres. Recientemente llamado como feminicio, visionario. “Resurrección” es un libro dividido en siete partes, comienza en el Mac Donald’s de la plaza de España de Zaragoza y se cierra con nueve poemas de “Nueva York”, numerados y sin título. En medio hay muchas cosas: todo el mundo de Vilas, cargado de crítica, de ironía, de desgarro, de visiones entre complacientes y provocadoras del mundo urbano. Por cierto, un tema se impone al menos en dos ocasiones, como es “El nadador”; me gusta mucho ese inicio de “Puedes bañarte en Puyarruego”. Pero Manuel Vilas habla de muchas cosas: de las cajeras bonitas, de los bares, de un autobús urbano como el 42, de arrabales, de pueblos aragoneses, de un viaje a Venecia, de personajes que escriben una suerte de biografía como Doug Yule, "un tipo que tocó, // cuando todo estaba acabando, en la Velvet Underground"; reflexiona sobre la literatura, como se ve en “Michaud” (creo que se refiere a Henri Michaux), donde habla mucho de lo antipático que cae en España Joyce y su “Ulises”, habla de Kafka, Ezra Pound, de Cernuda (al cual le rinde un homenaje en “Alguien habla de su tierra”), de canciones, de Lou Reed, Patti Smith… El mundo que propone Manuel Vilas, sustancialmente, es conocido, e incluso ese procedimiento narrativo, que recuerda un poco –sobre todo en los poemas en verso- a los versículos extensos de Walt Whitman en “Hojas de hierba” y a Charles Bukowski poeta, por su forma de mirar y su construcción tan narrativa.

Nota de edición Poema 2: ídolos contemporáneos, Siglo XX, y nuevamente Manuel Vilas da con un tejido de cultura pop, rock and roll, y hard rock de temer, una selección internacional de la elite de la música popular inglesa y norteamericana de finales del XX y comienzos del siglo XXI. Aquí sin duda incluiría a Charly Garcia, Nito Mestre, Gustavo Cerati, y Andrés Calamaro y cuantos más de la sur América. Manuel Vilas (Barbastro, Huesca, España, 1962) un poeta impecable e implacable, imprescindible, magnífico y deslumbrante, sarcástico e intenso, corrosivo, vitalista y tantas otras cosas que estas líneas pueden sólo apuntar, el personaje arrollador desde el que habla el poeta plantea en los poemas de Resurrección, XV Premio Jaime Gil de Biedma de la Diputación de Segovia, España, editorial Colección Visor de poesía, España, 2005, una sugestiva y arriesgada propuesta poética y un estado de conciencia en el que nos reconocemos.

Nota de edición Poema 3: Es interesante vernos como parte del fin del mundo al que quiere largarse Manuel Vilas, me agrada, la selección tiene que ver con esta empatia que el poema presenta. Muchos chilenos también inconcientes de esta condición de lejanía del territorio físico en el que siempre han habitado la lectura produce una serie de relaciones y asociaciones muy particulares. (Por favor ejerciten la lectura del poema en voz alta, puede ser leído a una voz mediana, no es necesario gritarlo, leerle al oído a alguien por ejemplo: sabes me largo esta noche…). Nos comenta el critico español Francisco Díaz de Castro: “Tanto en sus estampas urbanas –Zaragoza, Madrid, una Venecia nada venecianista, la Nueva York en la que desemboca el libro, etc.– como en los interminables recorridos que organizan la metáfora básica de este homo viator (“Estoy cruzando la tierra, le dice al gasolinero”), así como en su particular homenaje a la literatura y a la música de las que se ha nutrido, Manuel Vilas acierta a ser emocionante dominando una torrencialidad muy efectiva (“Toda esa gente en la que me convierto para no morir,/ para resucitar y reír y amar”); compone una crónica irónica de su generación en “vida española”, satiriza ciertas solemnidades líricas de diverso pelaje y, sobre todo, desde la celebración y desde la denuncia, afirma un vitalismo vehemente que resulta decisivo y que encuentra su más amplia y matizada expresión en los nueve poemas de “Nueva York”: “He sido muy feliz y os lego la vida./ Mañana resucitaré y me daré una vuelta por ahí./ Eh, mira, mira, ¿qué es esto? La vida. Es la vida”.

Nota de edición Poema 4: nuevamente ídolos de la literatura universal, excluyendo la literatura china, hindú, la oriental y a Ezra Pound. La fundación Pablo Neruda y este verso sobre la mano aulladora de Pablo Neruda, son imágenes que como lector vienen a mi pensamiento en asociación, en la constelación de autores a los cuales se refiere el poeta español Manuel Vilas. La soledad del trabajo creativo, serio, vital, la soledad y palabras como estas. Ante la pregunta -¿Qué significa para usted haber ganado el premio Gil de Biedma?, Manuel Vilas contesta: “Me encanta. “Pandémica y celeste” de Jaime Gil de Biedma es uno de los grandes poemas de amor del siglo XX y uno de mis favoritos. De él me interesa mucho la pasión la claridad, la representación exacta de los sentimientos, su enorme inteligencia y su facilidad para decir la verdad en cuatro palabras. El galardón me produce una gran satisfacción por el nombre del poeta, que marcó mi aprendizaje, y por el prestigio del premio, que además se publicará en otoño en Visor, en una editorial mítica”.



Nota de edición Poema 5: Y nos dice más ante la pregunta ¿Establece usted diferencias entre escribir prosa y poesía?: ”No es fácil contestarle a eso. La prosa es más analítica, puedes articular un discurso más reflexivo y a la vez más narrativo. Y la poesía es canto, exaltación, música”. ¿Ya sabe por qué escribe?: ”Intento escribir todos los días, aunque sólo sea una carta. Me falta mucha disciplina, tiendo a vaguear, pero creo que ahora, tras mucha búsqueda, tras muchas tentativas, puedo responderle: escribo por amor a la vida. Y tengo la certeza de que la gran literatura es canto a la vida siempre”.


Edición desde San Pedro de Atacama, Chile. Marzo de 2008 por Leo Lobos.


11.12.06

ARMANDO ROA VIAL y sus 5 poemas de Zarabanda de la Muerte Oscura









1
ES EL VIEJO PHILLIPUS

empañado en el espejo,
ensayando en el silencio el sendero más estrecho,
cuando razones y palabras
ya no arden de su boca.
¿Para qué?
¿Para quién?
Apenas un jadeo.
La noche como un río que se curva.
El húmedo cuchillo de la luna
raspando las tinieblas.
La escritura sin rostro de la muerte.
La espesa neblina de la sangre.
Saturada la esperanza,
Phillipus de Arimatea
emerge de un sueño entrecortado
sin desplomarse todavía,
como un fúnebre acróbata,
en la cuerda más frágil del corazón,
donde ya sólo vibran para él amargos estertores.
El hombre, según Phillipus,
es un pensamiento nihilista en la mente de Dios.


2
SIEGA CADA IMAGEN.

Haz del lenguaje tu propio patíbulo.
Asciende pesadamente sus escalinatas.
Sé el verdugo. Cancela pronto la representación.


3
EN VANO HE LUCHADO CONTRA EL TENAZ INSOMNIO

de mi muerte.
La vida es una asamblea de sombras
Que se inmolan unas a otras.


4
¿CON CUAL DE TODOS MIS AMORES
habré de sobornar a la muerte?
La carne trama y conspira
desde lo hondo: la flema,
el grumo atiborrado de grasa,
el furor del polvo por volver al polvo.
¿Con cuál de todas mis herrumbres
habré de oxidarle la guadaña?


5
SIN ROSTROS NI MIEMBROS VA QUEDANDO.
Las colinas de mi cuerpo se enfrían.
Mi voz se hunde vacilante
en el pantanoso corazón de Dios.


SELECCIÓN, COMENTARIOS Y NOTAS
Por Leo Lobos - Francisco Véjar



Nota de edición poema 1: “El hombre de la era tecnológica es por excelencia un maquillador de la muerte. Sus esfuerzos por disfrazarla se despliegan incluso desde antes de la muerte misma, al buscar retardar los signos de la irreversible decadencia corporal que la anuncia. Por eso, mi zarabanda es una danza de la muerte según la vieja tradición de los autos sacramentales del segoviano Juan de Pedraza y de los manuscritos anónimos del Escorial, una apuesta provocadora frente al juego distractor de una época que ha buscado por todos los medios anestesiar el horror ante la caducidad de la condición humana.” Nos dice Armando Roa Vial en la 4ta.Capa de su libro de poemas Zarabanda de la Muerte Oscura, segunda edición corregida y definitiva. Impresa y encuadernada en Santiago de Chile en noviembre de 2006, con diseño de cubierta de Sandra Accatino, revisión de Paulina Correa y diagramación a cargo del editor Edmundo Rojas y publicado bajo su sello editorial Beuvedráis Editores.


Nota de edición poema 2: Armando Roa Vial (Santiago de Chile, 1966). Su trabajo literario abarca la narrativa, el ensayo, la poesía y la traducción. En poesía ha publicado El hombre de papel y otros poemas, El Apocalipsis de las Palabras/ La dicha de Enmudecer, Zarabanda de la Muerte Oscura, (galardonada el año 2000 con el Premio Nacional otorgado por el Círculo de Críticos de Arte), Estancias en homenaje a Gregorio Samsa y Hotel Celine entre otros. Ha traducido la poesía selecta de Robert Browning, la poesía temprana de Ezra Pound, Macbeth de Shakespeare y, también, la elegía anglosajona del siglo IX El Navegante. Es asimismo autor del ensayo Elogio de la Melancolía, del volúmen de relatos Para no morir tan despacio y de las antologías Ezra Pound. Homenaje desde Chile, en coautoría con Armando Uribe, y La invención de Chile, en coautoría con Jorge Teillier entre otros. El año 2002 obtuvo el Premio Pablo Neruda.


Nota de edición poema 3: Sobre sus influencias nos dice Armando Roa: “Las enumeraciones pueden ser múltiples. Hay autores a los que he traducido y a quienes siempre vuelvo, como Ezra Pound, Keats, Swimburne y Robert Browning; ciertas lecturas provocadoras y estimulantes como Dostoiewsky, Hölderlin, San Agustín, Baudelaire, Nietzsche, Celan, Schopenhauer o Thomas Bernhard. Y cuando se trata de volcarse a otros lenguajes no verbales -quizá por que aquello que buscamos rebasa el estrecho límite de la palabra- siempre apelo a la música, que parece comenzar allí donde la palabra acaba, dando paso a dimensiones sobrehumanas, numinosas, casi inefables, y por eso mismo, abrumadoras. Sin ir más lejos, en varios de los poemas de mi texto "El Apocalipsis de las Palabras/ La dicha de Enmudecer", ensayo un esquema rítmico que intenta aproximarse al sistema de las series de doce notas de la escala cromática ideado por el compositor austríaco Anton Webern”.


Nota de edición poema 4: El itinerario de mi escritura - nos dice Armando Roa Vial - ha sido siempre la bitácora de mis lecturas. Creo en la literatura “ecuménica”, alusiva, en el centón gozoso y mancomunado. En este juego especular de ecos, citaciones y diálogos, el lector podrá reconocer -aparte de las referencias explicitas- diversas máscaras invitadas a mi ZARABANDA: René Char, Octavio Paz, Olga Orozco, Helmut Swinburne, Alfred Tennyson, G. M. Hopkins, Edward Cummings, T. S. Eliot, Charles Baudelaire, José Angel Valente, Juan Luis Panero, Carlos Marzal, Gottfried Benn, Emil Cioran, Jorge Luis Borges y Cesar Vallejo.


Nota de edición poema 5: Los títulos latinos Sarcophaga Carnaria y Tenebris Ipneus de Zarabanda de la Muerte Oscura aluden a la nomenclatura médico-legísta de las etapas evolutivas del cadáver en su proceso de descomposición. Pavana Lachrimae se basa en el cuarteto Los Ángeles Negros, del compositor norteamericano George Crumb. Phillipus de Arimatea es el reverso de José de Arimatea, y Julius Sordello es una réplica a Sordello de Mantua, el poeta inmortalizado por Robert Browning.

5.10.06

HUGO MUJICA y sus 5 poemas desde el silencio







1
bosque talado

grita,
pero no sabe que grita

como el ángel de mármol
sobre la tumba de un niño


2
pedrada de pájaro
en vuelo

como quien roba a quien lo hospeda,
o como estar en la vida
como un muerto desnudo:
cubierto de tierra


3
me vestí para el banquete
y me dieron a mondar mis huesos

me desnudé para
las bodas
y me revistieron de escarchas

¿de qué avaricia soy el precio?

4
Atardecer

La soledad de los árboles le descarnaba las espaldas.
Después, imperceptiblemente, el peso solitario lo fue
encorvando, hasta hacerlo caber en la vida.

5
como el primer decirse llanto
del recién nacido,

o un ángel de humo despidiéndose
desde la última hoguera

me duelo darme a luz y me duele apagarme:
dos orillas de un tajo el morirte



5 poemas de Hugo Mujica

Selección y notas Leo Lobos
Entrevista y notas Francisco Véjar

Nota de edición poema 1: Hugo Mujica nació en Buenos Aires, Argentina en 1942. Estudió Bellas Artes, Filosofía, Antropología Filosófica y Teología. Esta gama de estudios se refleja en la variación de su obra que abarca tanto la filosofía, como la antropología, la narrativa como la mística y sobre todo la poesía. En la década del sesenta vivió la vorágine psicodélica de Nueva York. Luego estuvo siete años en el monasterio trapense de Getsemaní, donde tuvo un profundo conocimiento de la meditación y el silencio. A la edad de cuarenta años empieza a publicar sus primeros libros, entre los cuales destacan: Brasa blanca (1983), Responsoriales (1986), Escrito en un reflejo (1987), Noche abierta (1999), Sed adentro (2001), Casi en silencio (2004). También cabe destacar los libros de ensayos: La palabra inicial (1995) y Poéticas del vacío (2002). Los poemas seleccionados pertenecen al libro Hugo Mujica - Poesía completa 1983-2004, editado por Seix Barral en su colección Biblioteca Breve, su obra poética publicada es recogida y editada en este volumen en Argentina, Italia y España el año 2005.

Nota de edición poema 2: La obra reunida por primera vez de Hugo Mujica permite ahondar en un itinerario en el que vemos iluminarse los núcleos fundamentales de la condición humana, a través de una inusual y sorprendente convergencia de lírica y metafísica, belleza poética y reflexión. Ante la pregunta de Francisco Véjar, de la entrevista realizada a Hugo Mujica el año 2005 para la revista universitaria El Navegante: “¿Piensa como Heidegger que la poesía es la instauración del ser con la palabra?”, Hugo Mujica responde: “Sí y no, como casi todo. Lo difícil de contestar esto está en que no podemos asumir ingenuamente que hablamos de lo mismo cuando decimos lo mismo: me refiero al “ser”. Así planteado, como lo hace Heidegger, pero a eso en Heidegger siguen infinitas páginas de aclaraciones y borramientos, da la impresión de que el ser sería algo que ya está allí, y en la poesía aparece, aparece como poesía, toma voz. El ser no es primero ser y después habla: ni siquiera es el hablar: es eso que “acontece” y acontece en el poetizar, en el hablar naciente, en la palabra cuando todavía es palabra, cuando se dice ella, antes de decir “sobre” algo; cuando la palabra todavía es surgimiento, no lo aparecido. Yo diría más bien que el ser “es” la poesía, es poiesis...”.

Nota de edición poema 3: Hugo Mujica desnuda la existencia desnudando la poesía misma, despojándola de todo ornamento, toda distracción. Llevando el lenguaje a su esencialidad, logra dar voz a lo esencial de la vida misma. Voz que pertenece al silencio que esta obra hace escuchar, “en el silencio – nos dice- el silencio habla”. Consultado por Francisco Véjar, ante la pregunta: "¿Qué pasa hoy con la poesía argentina?”, Hugo Mujica nos responde: “El panorama es complejo: demasiados libros de poesía y muy pocos poetas. Supongo que así fue todo “hoy” antes que el mañana los recibe. Es difícil decir, en poesía, como en todo, ya no hay una jerarquía centralizada, antes se sabía quiénes eran “los” poetas, y después un segundo, un tercer rango. Ahora ya no hay centro, hay islas, estéticas, hasta sectas, sectas de poder. Sin duda se podría agrupar, como en casi todos lados, en poesía de la cotidianidad y poesía de la trascendencia, sin que esta última tenga necesariamente una connotación religiosa. Poesía óntica y poesía ontológica, de un acá o de un allá. Creo que el gran predominio es la poesía de lo cotidiano, la debilidad de esta poesía es la de ceñirse a ser una mera descripción, casi un inventario de lo que ya es, la poesía ontológica, metafísica, o como se llame, tiene la tentación de ser hermética, a veces desencarnada, de hablar sin nombrar. Entre ambos peligros hay poetas, pocos claro, que logran esa fusión. En realidad no es una cuestión de estéticas, es si pasa o no pasa eso, que cuando pasa se llama poesía, eso que no se ata a ningún género, ni siquiera al poético...”.

Nota de edición poema 4: “Misterio de una trascendencia, de un misticismo donde lo totalmente otro es la realidad misma liberada de su utilidad, la vida cuando recupera su poesía, cuando ofrece su dimensión naciente, su gratuita y temblorosa belleza. Belleza desnuda, poesía callada, ése es el logro de estos poemas, ésa la poesía que encierra y celebra este libro” transcribimos de la solapa del libro de poemas de Hugo Mujica - Poesía completa 1983-2004. Ante la consulta de Francisco Véjar sobre si tiene nuevos proyectos de publicación, responde: “Nada, y siempre algo. No suelo plantearme los libros, diría, de tapa a tapa, según un orden preestablecido; más bien llevo una escritura errante: hago apuntes, notas, estudio temas...con el tiempo noto que todo eso comienza a hablarse entre sí, comienzan a dibujar formas, semejanzas...entonces me percato que estoy escribiendo sobre tal o cual tema, ahí comienza el dar forma, el ponerme a la escucha de esa atracción. Creo que cuando esos temas comienzan a relacionarse, a atraerse, es porque allí nació un centro que lo atrae, ese centro es el libro, el que aún no es. El ser que quiere ser”.

Nota de edición poema 5:¿Cómo ve la poesía chilena?”, dispara Francisco Vejar, Hugo Mujica responde: “Tengamos en cuenta el impresionante aislamiento en que viven las ediciones de libros de poesía, en cada país y cuanto más de un país a otro. Para que un libro llegue por las vías “normales”, es decir, comerciales, casi necesariamente el poeta tiene que ser un “consagrado”, es decir, muerto o al borde de estarlo, y además, “consagrado” quiere decir, para ese circuito comercial, vendible. Es decir, el contacto vivo con lo que pasa en el bullir creativo se pierde, se sustrae al “mercado” y, quizá, eso sea, diría Hegel, “la astucia” con que algo preserva su propio ser: sustrayéndose, hoy día, a ser reducido a mercancía. Personalmente, y esto aprovecho a decirlo como gratitud, uno de los poetas que más me han influenciado y alimentado fue Humberto Díaz Casanueva y, a través de él, Rosamel del Valle. Humberto viajó a Buenos Aires para presentar mi libro Responsoriales, que él prologó; fue un gran honor que recibí de él”. Como el honor que recibimos nosotros de leer y divulgar en 5 Poemas al poeta Hugo Mujica.

5 poemas - revista electrónica
Co-editada por : Francisco Vejar – Leo Lobos
Santiago de Chile, Octubre de 2006.


Pueden consultar y re-leer en la página del proyecto de Patrimonio de las letras de Luis Martínez Solorza ( email de contacto: osol301@yahoo.es ).


Hugo Mujica en 5 poemas
www.letras.s5.com/ll171106.htm

Página chilena al servivio de la cultura
www.letras.s5.com

4.9.06

ARMANDO URIBE y sus 5 poemas





1

La muerte sola es caos.
¿Alguien ha visto un caos?
No tiene piernas, brazos.
Muerte en silla de ruedas.
Muerte, no tiene caso
ni suerte, y ruedas, ruedas.





2
Se dicen los adioses
finales. ¿Por qué lloras?
Es que no hallo las horas
de morir. Y no hay caso.
Marcho paso tras paso
detrás de las señoras
fatales. ¿Por qué lloras?
No me quieren los dioses.





3
Líbrame: flojo y aburrido
me saco chispas de centolla,
bestia redonda me suicido,
en este mundo ¿quién me apoya?
En este mundo, en este nido
no cabes, muerte, en esta olla.





4
Y cómo quisiera estar muerto,
en traje de muerto,
con cofia y este par
de ojos negros abiertos.




5
Es muy probable que no seas
ni aquello ni lo otro
ni esto ni lo uno.
Adiós, adiós. ¿Qué hubo?
Qué me resta.






Notas sobre los 5 poemas de Armando Uribe Arce


Por Francisco Vejar


Nota de edición poema 1: Si queremos remontarnos al nacimiento de Armando Uribe como poeta, 1950 es un año determinante. Tal como el personaje central de la novela de Rainer María Rilke, Los cuadernos de Malte Laurids Brigge, descubre un poeta en medio de la muchedumbre, ese año, Roque Esteban Scarpa descubre a Uribe en Chile. En el artículo “Poesía de Armando Uribe Arce”, publicado en El Mercurio, señala: “no siempre se nos concede la gracia de contemplar el nacer de un poeta”.




Nota de edición poema 2: Para situarnos cronológicamente, diremos que Armando Uribe pertenece a la generación del 50 y que, desde sus primeros poemas, aparece el germen de lo que va a ser una de las personalidades más cultas y sarcásticas de la poesía chilena. Dicha promoción nace con la publicación de la Antología del nuevo cuento chileno (1954), de Enrique Lafourcade, que contó con la pluma de poetas notables, como Enrique Lihn o Alberto Rubio, mas no con la de Uribe.





Nota de edición poema 3: Su obra ha sido capaz de introducir lo anecdótico, lo popular, lo discursivo, la crítica social y también lo erótico, sin dejar de lado su mundo personal. En el transcurso de su vida, Armando Uribe ha escrito libros, artículos y también, en privado, ha tomado notas sobre lo que él entiende por poesía y literatura en general, incluyendo la novela.





Nota de edición poema 4: Armando Uribe nos dice: “también traducir es imitar, remedar como los niños a espaldas de su víctima. Acto imperdonable y necesario, no para el gusto y provecho de los demás, sino para el desarrollo de quien lo ejecuta y sabe así lo que se puede hacer y lo que no”. Uno de los mejores libros del gran poeta norteamericano Robert Lowell se llamó Imitation, haciendo alusión a este tipo de trabajo.





Nota de edición poema 5: Armando Uribe además de escritor es abogado, cientista político, ensayista y articulista en diversos temas, literarios y contingentes. Se ha desempeñado como profesor titular en las Cátedras de Derecho Público y Ciencias Políticas de La Sorbonne en París, y ha sido parte de comités en defensa de los derechos humanos, en el continente europeo, por ejemplo, en el Tribunal de Russel II, junto a Julio Cortázar y Gabriel García Márquez.





Armando Uribe es un intelectual de juicios lacónicos: “Los poetas no sirven para nada, no tienen función ninguna. La poesía es inútil, pero cuando no hay poesía, una parte muy importante del alma nacional desaparece o no llega a ser”. Armando Uribe Arce es laureado el año 2004 con el Premio Nacional de Literatura.





Los Cinco poemas sueltos pertenecen al libro: Imágenes Quebradas de Armando Uribe, selección de textos, prólogos y notas de Francisco Vejar. Editado por Dolmen ediciones en Santiago de Chile el año 1998.

4.8.06

ANDRÉS NEUMAN y sus 5 poemas sobre ciencia










1
(EL CORAZÓN)

Existe en matemáticas
una curva distinta a la que algunos,
los que nunca han dudado,
llaman curva de Koch.
Los perplejos en cambio han preferido
denominarla así: Copo de Nieve.
Se comporta esta curva fascinante
multiplicando siempre su tamaño
por cuatro tercios y hacia el interior,
llegando, de tan densa, al infinito
sin rebasar su área diminuta.
Artesana,
también así te creces muy adentro:
habitándome lenta,
quedándote con todo, sin forzarlo,
este pequeño corazón hermético.










2
(LOS OJOS)

Hay ojos que verán nuestra memoria.
El doctor Barraquer, viejo oftalmólogo,
conoció la crueldad junto al milagro
y comprendió lo frágil del don de la mirada:
al fallecer su padre, que lo inició en la ciencia,
pudo guardar sus ojos
y devolver la vista a varios hombres.
¿Retendrán los fulgores de ese amor
más allá de la estrella de la córnea
y del pozo sagaz de la pupila?
Explorando los fondos deslumbrados,
las cavernas perplejas donde habitan
las veloces imágenes, las formas,
los colores que aún no tienen nombre
y los amaneceres de una vida,
el doctor Barraquer ha encontrado un pasillo
que va desde la tierra a las alturas,
de las tinieblas rotas a la bendita luz.
Y al final de la tarde, cuando el sol
se ciega entre las ascuas de este mundo,
el doctor Barraquer recuerda absorto
las palabras del último paciente
tras quitarle las vendas de la cara.
Y el ojo de su padre, que es la luna,
vuelve a abrirse y blanquea cada sombra.










3
(LA ENERGÍA)

“Con el razonamiento puro nos formamos
una imagen sublime de este mundo”;
eso escribió Max Planck, genio inocente.
¿Pero acaso hay razones sin afecto,
pureza sin caprichos,
imagen sin temblores?
Lo curioso es que el físico en su ensayo
la primera palabra que pronuncia
no es evidencia, ley ni hecho:
la primera palabra es entusiasmo.
(Cuando nombro tu cuerpo
no es la urdimbre de músculos radiantes,
de sangre revoltosa y de nervios veloces
lo que digo, artesana; aunque también
la física intervenga en la manera
que tenemos de hablarnos al oído:
la energía del nombre se transmite,
el tacto cobra fuerza y aumenta lo probable.)
Y a ti, Max Planck, que amabas la entropía,
¿qué misterioso impulso de poleas
te empujó a cruzar cartas con un tal señor Sommerfeld
y a intercambiar poemitas como aquel de la flor
que corona tu libro sobre ciencia?







4
(EL TÚNEL)
Lo dicen los maestros de energía:
hay traviesas partículas capaces
de atravesar una barrera sólida,
¡la fuerza se disgrega como el agua!
Los científicos clásicos lo niegan.
Los presentes predican lo increíble
y lo bautizan el Efecto Túnel.
El impulso del alma
no quiere respetar al señor Newton,
se postula invadiendo las fronteras.
Artesana, en el tránsito
urgente de tocarte
apoyaré este peso luminoso
y moveré mi asombro al otro lado
de la barrera tensa de tu piel,
en el punto pensante
que alumbra tras la boca de los túneles.








5
(LA BOTÁNICA)

Paracelso llevaba una flor en cada mano:
una, amarga y concreta, le enseñó
la mezcla de lo exacto que embellece
la ciencia en los manuales.
Improbable, la otra
le tentaba la sien más distraída
dibujándole pozos sin final
allí donde las brújulas se pierden.
Su sabor, imagino, era más dulce.
Botánica secreta,
igual que a Paracelso
permíteme espiarte las raíces,
que tu tallo al hervir se transparente
aunque sea un instante y luego sigas
creciendo por la tierra alborotada,
impregnando la atmósfera agridulce,
enloqueciendo cada microscopio.


(5 poemas inéditos de Andrés Neuman)




Comentarios y notas por Leo Lobos



"Tocado por la gracia. Ningún buen lector dejará de percibir en sus páginas algo que sólo es dable encontrar en la alta literatura, aquella que escriben los poetas verdaderos. La literatura del siglo XXI pertenecerá a Neuman y a unos pocos de sus hermanos de sangre" (Roberto Bolaño, Unomásuno, México).





Nota de edición poema 1: Andrés Neuman nace en Buenos Aires, Argentina el año 1977, en la actualidad esta radicado en España. En 1991 se trasladó a Granada, donde obtuvo la licenciatura en Filología Hispánica. Ha impartido clases de literatura hispanoamericana y colaborado como columnista y guionista de tiras cómicas en el diario Ideal de Granada. Desde que en 1995 se da a conocer en el Certamen Nacional de relatos de Alfaguara, ha cosechado una importante cantidad de reconocimientos y premios literarios, tanto en el género de la poesía como en el de la narrativa y el cuento. Algunos de los más importantes son el XVII Premio Hiperión de poesía, por su libro El tobogán, o el Premio Primavera de novela, del que fue finalista en 2002 con su novela La vida en las ventanas. Su poesía ha sido incluida en varias antologías de poesía joven española como La generación del 99 de José Luis García Martín; La lógica de Orfeo de Luis Antonio de Villena; Yo es otro. Autorretratos de la nueva poesía de Josep María Rodríguez; o Veinticinco poetas españoles jóvenes de la editorial Hiperión. Además de su dedicación como escritor, hay que destacar su trabajo relacionado con el relato breve como coordinador del proyecto Pequeñas resistencias, una tetralogía sobre el cuento actual escrito en castellano, donde se encarga de la parte argentina. La variación más conocida de la curva de Koch es el "copo de nieve", que no es más que tres curvas que inicialmente forman un triángulo equilátero. Su perímetro es, por supuesto, infinito, pero que su área tiende a 8/5 del valor del área inicial.




Nota de autor de poema 2 : En mi sentir, la ciencia y la literatura jamás se han opuesto. Sino que, al contrario, resultan admirablemente paralelas en su objetivo (el conocimiento del mundo) y complementarias en sus métodos (la emoción de la regla en el pensamiento científico, las reglas de las emociones en el pensamiento literario). Cualquiera que haya hojeado un manual de física contemporánea, por ejemplo, no habrá dejado de admirarse por el espesor de metáforas, imágenes y neologismos que contienen sus textos. Igual que hace la poesía, la ciencia y sus diferentes ramas se valen del asombro para obtener un sentido y poner algún orden en el caos cotidiano. La ley de la gravedad, por si sola, encierra la evidencia simple y misteriosa que vive persiguiendo la poesía con su mirada: una roja manzana cae, alguien acierta a describir su vuelo instantáneo y así recomienza la historia de la eterna curiosidad humana, la emoción de ver y no entender del todo qué vemos.




Nota de edición poema 3 : Max Karl Ernst Ludwig Planck (23 de abril de 1858 - 4 de octubre de 1947) fue un físico alemán considerado como el inventor de la teoría cuántica. Nacido en Kiel, Planck comenzó sus estudios de física en la Universidad de Munich en 1874, graduándose en 1879 en la ciudad de Berlín. Volvió a Munich en 1880 para ejercer como profesor en la universidad y en 1885 se mudó a Kiel. Allí se casó con Marie Merck en 1886. En 1889, volvió a Berlín, donde desde 1892 fue el director de la cátedra de Física teórica. En 1899, descubrió una constante fundamental, la denominada Constante de Planck, y es, por ejemplo, usada para calcular la energía de un fotón. Ese mismo año describió su propio grupo de unidades de medida basadas en las constantes físicas fundamentales. Un año después descubrió la ley de radiación del calor, denominada Ley de Planck, que explica el espectro de emisión de un cuerpo negro. Esta ley se convirtió en una de las bases de la teoría cuántica, que emergió unos años más tarde con la colaboración de Albert Einstein y Niels Bohr.




Nota de edición poema 4: El efecto túnel es un efecto mecanocuántico que consiste en que una partícula atraviese una barrera de potencial sin tener energía suficiente para rebasarla por encima (en el sentido clásico), debido a que la probabilidad de que la partícula se encuentre al otro lado de la barrera es no nula. Aprovechando este efecto, se diseñaron el microscopio de efecto túnel de barrido y el microscopio de fuerza atómica, que logran la determinación de las posiciones atómicas en una superficie. Por otro lado, el efecto túnel es esencial para explicar el hecho de que en las estrellas se produzca la fusión del hidrógeno a temperaturas, en teoría, demasiado bajas.




Nota de edición poema 5: Paracelso (Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim ) nació en 1493 en Einsiedeln (Suiza). Su padre era médico y parece que le inculcó un interés por la naturaleza, especialmente aquellos aspectos relacionados por la mineralogía, la alquimia y, posiblemente, la medicina popular. La familia se trasladó en 1502 a Villach, en Carintia. Allí pudo estar en contacto con las minas que Los Fugger poseían.Parece que estudió en Ferrara donde debió tener como maestros a Leoniceno y Manardo, adversario crítico de la astrología. No está claro que llegara a alcanzar el grado de doctor, pero sí alguno de los grados intermedios que en aquella época se concedían. No obstante, según los expertos, conocía muy bien los clásicos médicos, pero fue incapaz de aceptarlos sin crítica. Desde muy temprano fue un incansable viajero, visitando una gran variedad de países entre Escandinavia y el Oriente Medio. Se sabe que alrededor de 1522 estaba ejerciendo la cirugía.


En Santiago de Chile, agosto de 2006.